La círconia cúbica o CZ es la forma artificial cristalina del dióxido de circonio, también conocido como óxido de circonio. Ordinariamente la circonia forma cristales y añadiéndole un estabilizador se consigue el óxido de circonio formándose así cristales cúbicos, de ahí el nombre de circonia cúbica.
Las propiedades de la circonia dependen de la receta utilizada por el fabricante, por lo que existe una gran variación entre estas piedras.
Normalmente, la circonia cúbica emite una fluorescencia de color verde amarillento a dorado bajo la luz ultravioleta de onda corta.
En joyería, la circonia cúbica es una alternativa de menor coste que el diamante y puede decirse que exhibe una mayor luz que el mismo porque tiene una dispersión más alta, aunque tiene un indice de refracción menor.
Es fácil distinguir una circonia cúbica de un diamante porque suele ser una piedra sin defectos, tiene una dureza inferior y es 1,7 veces más densa que él. Además, la circonia es un aislante térmico en tanto que el diamante es un conductor térmico muy eficiente. La circonia, normalmente transparente, puede unirse a las “tierras raras” para lograr determinados colores. Por ejemplo, el cerio produce piedras de la gama del amarillo, naranja y rojo, el cromo produce las de color verde, el neodimio da origen a las de color púrpura, el erbio se utiliza para obtener la circonia cúbica rosa y el titanio para lograr las de color amarillo-dorado.