Los revestimientos esmaltados pueden variar en su color y translucidez por la cantidad de óxidos de metal contenida en el vidrio utilizado, así como la temperatura a la que se fundió y se adhirió el material vítreo a la superficie del metal. 

Cuanto mayor sea la temperatura a la que se funden los esmaltes, más resistente y translúcidos son y si, en cambio, se fusionan a una temperatura inferior, son generalmente más suaves y resultan frágiles y opacos.

Un fabricante de vidrio, René Jules Lalique empezó a experimentar con esmaltes sobre metal y gracias a su gran habilidad técnica diseñó piezas de joyería  que se venden a precios muy altos entre los coleccionistas. 

Historia del esmalte en la joyería

El esmaltado sobre metal ya era utilizado por los griegos para confeccionar joyas de oro. Se han encontrado piezas datadas alrededor del siglo cuarto antes de Cristo y desde entonces se sabe que ha sido  utilizado por las culturas de todo el mundo debido a su colorido y brillantez.

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Limpiar la joyería con esmalte

Hay que humedecer la joya usando un jabón suave y agua tibia durante cinco a diez minutos, luego pasar un paño suave y quitar todos los trozos visibles de suciedad, finalmente debe secarse suavemente con un paño sin pelusa y listo, a seguir luciendo la joya.

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