"Por qué tener sólo una joya cuando se pueden tener varias?" Este sentimiento hace que las joyas transformables se hayan convertido en una gran tendencia y así aparecen collares con colgantes desmontables que se convierten en prendedores, tiaras que se pueden usar como pulseras y pendientes que se pueden convertir en hebillas para el cabello.

"La joyería transformable se adapta perfectamente a nuestros tiempos", dice Jean-Marc Mansvelt, consejero delegado  de Chaumet y aclara que "las mujeres son multifacéticas, viven varias vidas en un día y quieren joyas que se adapten a diferentes ocasiones, trajes y estados de ánimo".

Los grandes joyeros están adoptando esta tendencia y las muestran en sus últimas colecciones. Así Chaumet creó un collar de oro blanco que se puede transformar en dos collares más cortos.

Chopard diseñó un collar con colgantes de diamantes que se convierten en pendientes.

Van Cleef y Arpels reeditó su icónico collar Zip agregándole unos colgantes de esmeraldas que se pueden transformar en pins o pendientes.

El origen de este estilo de joyería se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX cuando las casas reales y personales de la alta sociedad encargaban a los joyeros que crearan joyas para llevar en coronaciones o bailes especiales y que luego pudieran usarse en diferentes ocasiones de formas variadas.

Al respecto dijo Pierre Rainero, director de imagen, estilo y patrimonio de Cartier "realizar joyas para ocasiones especiales forma parte de nuestro ADN y nunca dejamos de hacerlo".  Dijo, además, que a principios del siglo XX sus clientes invertían en joyas muy grandes que sólo se usaban una vez al año y por eso "algunas piezas fueron concebidas para ser transformadas en diferentes variaciones".

Durante el período art decó las damas elegantes que viajaban entre continentes usaban diferentes joyas para el día y la noche. Al no poder llevar tantos juegos buscaron piezas que se pudieran usar de diferentes maneras.

Sin embargo, esta tendencia no fue exclusiva de los grandes joyeros de Paris. La famosa casa italiana Bulgari es conocida por sus obras maestras como un collar-tiara usado por Ingrid Bergman en la película The Visit de 1964.

Este estilo de joyería sigue siendo muy relevante hoy en día en que las mujeres tienen un estilo de vida muy activo.

La directora de creaciones de Boucheron, Claire Choisne, afirma que "creamos joyas fáciles de usar y atemporales", "algo realmente innovador hoy, puede convertirse en un clásico mañana".

La casa Cartier, en su afán innovador creó una pieza personalizada que se puede llevar de 19 maneras diferentes, destacando el diseño impecable de sus veteranos artesanos.

La estética y las técnicas modernas de hoy han dado a la joyería transformable una nueva vida ofreciendo opciones para incorporar los más exquisitos diseños al uso diario.

Transformar una cremallera en una pulsera : Video de Van cleef & Arpels