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Una vez a la semana, al amanecer, Ingela Klemetz Farago realiza un recorrido de 10 minutos desde su apartamento en el centro de Estocolmo hasta los Jardines Reales de la ciudad.
Es una mujer alta y llamativa con cabello rubio y labios rojos brillantes y que hace un tiempo tuvo una idea genia, fabrica bisutería sostenible, por lo que casi todos los días recorre el jardín e invariablemente se inclina sobre un tronco de árbol y recorre el suelo del bosque en busca de trozos de corteza en descomposición. "Encontré mi lugar especial", se ríe. "Me encantan los árboles, contienen tanta energía", expresa.... seguir leyendo.....
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Varios años atrás la ex-modelo Ingela disfrutaba pintando algunos de esos trozos de corteza que encontraba en el suelo con oro, plata y azul cobalto, los montaba en clips y comenzaba a usarlos como pendientes. En un viaje que hizo a Nueva York la llenaron de preguntas: ¿De dónde eran los pendientes? ¿Cuánto costaron? Ella decidió hacer algo más aunque sólo para amigos. En poco tiempo, tenía una marca, Ingy Stockholm y su inicio se conoció a través de fotografías que hacía su marido que es fotógrafo de profesión; Peter Farago.
"Son casi como piezas de arte", dice Ingela, y enseña un extraordinario collar de mujer fabricado con corteza de árbol, muy livianos pero que producen un extraordinario impacto visual. "Los exhibí en mi casa en estanterías y aparadores. Parecen meteoritos intergalácticos, objetos del espacio exterior", ha dicho.
Ella se ubica entre los compradores y el mundo natural. "Escoger cuidadosamente cada pedazo de corteza y llevarlos a un nuevo contexto, pintar a mano una pieza de madera que ha crecido durante 600 años, tal vez 50 en el suelo; es una forma natural y ecológica de mostrar la belleza de la naturaleza", dice. Como una gran defensora de la naturaleza expresó "quiero que la gente comprenda la belleza que nos rodea y la importancia de preservarla" y esta pulsera sostenible es un buen ejemplo de lo que busco.
Ingela siempre tuvo un gran amor por el aire fresco y los bosques. Como ex modelo y músico, sus portadas de discos han presentado su perfil en los bosques. Los pendientes son un ejemplo de ello "creo que todo debería tener una segunda vida", ha dicho en una reciente entrevista.
La bisutería sostenible hecha con restos de corteza de árbol se ha impuesto en el mundo de la moda por su originalidad y, sobre todo, por su contribución a la ecología.
Vivimos una época en que todo lo que rodea a la naturaleza cobra fuerza y se abre camino para dar paso a un estilo fresco y natural.
Puedes ver todos sus diseños en la web de Ingy Stockholm.