Veinte años de joyería Dior

Las celebraciones fueron realmente muy adecuadas, centradas en el lanzamiento de Gem Dior, la última colección de alta joyería de De Castellane. ¿El lugar para una cena de gala y presentación de joyas? El mismo palacio de Venecia que albergó al fundador homónimo de la maison, Christian Dior, en Le Bal Oriental, en 1951.

Hoy en día aquel legendario evento se considera como el baile más original del siglo XX y el primero de su tipo después de la austeridad de la Segunda Guerra Mundial. El anfitrión, el millonario coleccionista de arte y decorador de interiores Carlos de Beistegui, convocó a 1.000 de los personajes más importantes de la sociedad en su residencia recientemente restaurada del siglo XVIII, el Palazzo Labia.

Se enviaron invitaciones con seis meses de anticipación, dando a los invitados suficiente tiempo para organizar sus disfraces, mientras que algunos que no se encontraban en la lista amarraron sus yates en el Lido y se quedaron esperando allí sus invitaciones que nunca llegaron.

Orson Welles, la duquesa de Devonshire, Pierre Cardin (quien diseñó 30 de los trajes de los invitados), Daisy Fellowes, la princesa Lee Radziwill, Salvador Dalí y, por supuesto, Christian Dior asistieron a tan excéntrica fiesta. Sesenta y ocho años después, ese fue considerado el lugar más indicado para celebrar este aniversario.

"Venecia fue la primera ciudad que Christian Dior mostró fuera de Francia", dice De Castellane desde su oficina en París, " él y Dalí diseñaron muchos de los trajes para los que asistieron.

Con vestidos de tul de alta costura combinando colores negros, drapeados hábilmente, plisados y ceñidos en la cintura, proporcionaron el telón de fondo perfecto para el vibrante color pop de Gem Dior compuesta de noventa y nueve espléndidas joyas que abarcan desde anillos de un solo color o gargantillas de esmeraldas, pendientes de zafiros o collares de rubíes dispuestos en cortes de diferentes formas.